VISITA A EL ESCORIAL

 

 

Hace un mes aproximadamente los usuarios del centro de día realizamos una excursión a El Escorial y visitamos el Monasterio, que es muy grande y muy bonito, aunque he de reconocer que en la visita a dicho Monasterio me aburrí un poco, debido a que ya lo he visitado muchas veces, con el colegio, con mi familia varias veces, con la academia de F.P. 1, con la academia de F.P. 2, con un centro al que iba, también varias veces, y ahora con el centro de día. Pero también reconozco la belleza del Monasterio, su grandeza, los cofres donde están los reyes que ha habido en España; en fin, una maravilla.

 

Luego comimos algunos usuarios en un restaurante, y otros un bocadillo en los bancos de piedra que hay allí. Después algunos tomaron un café en una cafetería.

 

Algo curioso: cuando volvimos a la estación de RENFE se accede al andén sin necesidad de tornos, pero por si acaso fuimos abajo a picar los billetes y luego, en lugar de entrar, nos dimos la vuelta y entonces si que entramos en el andén. Y menos mal que hicimos eso, porque un rato después de entrar en el tren, vino el revisor y nos pidió que le enseñáramos los billetes.

 

Un consejo útil para cuando venga el revisor del tren, si solicita los billetes, díganle que por favor no lo pique, sino que rodee con un bolígrafo en el billete con un círculo en donde pone I ó R. Esto es porque si lo pica, el billete queda inactivo y no se podría salir de la estación por los tornos.

 

Bueno, volvamos al Monasterio: Antes de entrar uno de los profesionales nos preguntó cosas sobre el aquél y algunos contestamos a algunas de las preguntas; otras cosas no las sabíamos. Pero fueron tantas preguntas que algunos usuarios se pusieron nerviosos.

 

Después de entrar en el Monasterio, algunos usuarios se aburrieron y decidieron salir lo antes posible de ello.

 

Al día siguiente, tuve una entrevista con la psicóloga del centro de día y me dijo que le habían dicho que yo había estado todo el tiempo al lado de los profesionales y que no había hablado casi en toda la excursión. Y esto fue debido a la medicación que tomo, que aunque es poca y buena me hace quedar a veces inconsciente y muchas veces me he caído al suelo por este motivo.

 

Creo, aunque no con certeza, que ese Monasterio está considerado como una de las Maravillas del Mundo. Y estoy de acuerdo, pero también me parece que es demasiado grande y por eso a algunas personas las aburre. Pero también hay muchísimas personas que lo visitan con mucha frecuencia por lo que les gusta y lo bonito que es y no se aburren nunca. La entrada al Monasterio es gratuita para las personas con alguna discapacidad.

 

Al llegar a la estación de allí tuvimos que subir durante 15 minutos una cuesta con mucha pendiente y hubo algunas personas que estaban subiendo se asfixiaba y se paraba. Pero estábamos atentos, tanto por los profesionales como los usuarios, para que éstos no se perdieran, ya que se estaban quedando muy atrás y teníamos que parar de vez en cuando.